Hace pocos meses, la noticia de la separación y divorcio de María Teresa Guerrero y Jeff Karram se convirtió en todo un hecho mediático: “Lo intentamos, pero no funcionó” fue la declaración casi oficial de la popular presentadora de televisión. A pesar de esto, los programas de farándula y seguidores buscaban al culpable de la separación. Pero nadie lo encontró. María Teresa vivió este mal momento apoyada en su trabajo, familia y sobre todo en su deporte. “El deporte es mi pasión, mi prioridad y no lo voy a dejar nunca” nos dijo. Y fue, precisamente, por ese lado que la vida le devolvió la felicidad.
El responsable de tanta dicha es un ejecutivo brasilero, de 35 años, quien por motivos de trabajo se encuentra asentado en Quito, y con quien la Flaca tiene una relación desde hace algunos meses: “Tenemos muchas cosas en común, principalmente que los dos somos atletas…Estamos en una relación muy bonita, sin estrés, sin apuro y ya vamos a cumplir 5 meses”, nos cuenta una María Teresa radiante, en un tono de que no le importa gritarlo a los cuatro vientos.
El responsable de tanta dicha es un ejecutivo brasilero, de 35 años, quien por motivos de trabajo se encuentra asentado en Quito, y con quien la Flaca tiene una relación desde hace algunos meses: “Tenemos muchas cosas en común, principalmente que los dos somos atletas…Estamos en una relación muy bonita, sin estrés, sin apuro y ya vamos a cumplir 5 meses”, nos cuenta una María Teresa radiante, en un tono de que no le importa gritarlo a los cuatro vientos.
Por eso en estas líneas, María Teresa habla de cómo superó su divorcio, cómo se inició, y en qué está esta nueva relación. Y, sin darle mucha importancia a las especulaciones sobre si su relación actual fue o no la causa del divorcio, ella cuenta que este amor llegó sin que lo buscara: “Uno no puede pelear con el destino”, manifiesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario